Día hermoso y soleado, vas con toda la pinta para la ocasión: traje de competencia, casco, guantes, botas, la Go Pro montada en el casco para grabar una rodada que debe ser épica; llenas el depósito de tú deportivo que aún con algunos años encima sigue rodando que da gusto.

Sales a la vía, empiezas poco a poco a tomarle el ritmo a la moto, al asfalto y… sobre todo al asfalto.

No hay que investigar mucho para darse cuenta de lo que aquí sucedió: un conductor sin mucha experiencia quiso ponerse de rápido sin fijarse bien en las circunstancias del camino, en este caso un vehículo que iba a girar hacia la izquierda, de haber anticipado como debe ser la maniobra de adelantamiento habría pensado en la posibilidad de fijarse antes de acelerar y, sobre todo, si hubiera sabido lo que estaba haciendo habría practicado su frenada antes de salir a la calle y enfrentarse a una situación de pánico como la que le tocó y de la que salió ileso porque iba con todo el disfraz puesto, ¿cómo le habría ido si hubiera estado usando pantaloneta y camiseta?

Por úlitmo, puede que al hombre le haya faltado un poco de malicia y habiendo visto que había metido las patas y a sabiendas de que no sabe usar los frenos de su moto pudo haber acelerado para tratar de pasar por delante del auto antes de que este girara (como seguramente lo harían el 98% de los súper pilotos que ruedan por las calles colombianas), pero vale la pena que de hacerlo el resultado pudo haber sido peor con el hombre volando por los aires, no en vano la mayor parte de los accidentes suceden porque el del automóvil no ve al de la moto.