De todos los seres humanos que hay en el mundo, se puede asegurar que un alto porcentaje es apasionado por más de una cosa, sea arte, deporte, en fin; pero muy pocos se atreven a combinar esas pasiones, y mas si se trata de el fútbol y las motos. 

En la década de los 50′ del siglo pasado alguien fue más lejos y además de compartir la pasión, intentó fusionarla.

Qué opinan ¿son compatibles?