Ya seas amante o detractor de la casa italiana y sus singulares productos, es muy probable que cada nuevo lanzamiento «ducatista» te haga sentir, para bien o para mal, más de un tipo de emociones. Por ejemplo la más reciente versión de la Monster, un modelo que ya cumplió más de veinte años en las calles del planeta y que sigue encontrando la manera de mantenerse vigente.
Ducati ha remozado a una de sus motos insignia, cambiándole ligeramente la apariencia y montando el propulsor Testastretta 11° (el mismo que monta la Panigale). Desafortuandamente y lejos a lo que se podría esperar dadas las características de sus principales competeidoras, la KTM Super Duke 1290R y la BMW S 1000R, ambas con cifras de potencia prodigiosas que van por encima de los 160hp, la moto de Borgo Panigale, que originalmente en la Panigale es capaz de entregar 195hp, en la Monster ha sido depotenciado hasta quedar con tan solo 135hp.
Siendo honestos, las cifras de potencia de esta moto, por no mencionar el de las otras marcas, está muy por encima de las capacidades de conducción de más de un simple mortal, más cuando se trata de una máquina con guarda en sus entrañas los genes de Ducati, que se caracterizan por dotar a sus máquinas de un carácter explosivo, muy dinámico que te puede hacer llegar a sentir que la ficha técnica se ha equivocado y son en realidad muchos más los caballos escondidos entre el propulsor.
Como sea, con esta renovación Ducati espera mantenerse en la lucha dentro del segmento de las motos Naked que podemos considerar como hiper musculosas, un segmento que cada vez se llena de nuevas y magníficas alternativas para los amantes de las emociones fuertes y la velocidad sin los excesos de plástico de una superbike.
