Son 22 los años de competencia a nivel profesional los que se cerrarán cuando baje la bandera de cuadros en el circuito de Valencia, España, el próximo 9 de noviembre, ese será el último día de Colin Edwards luciendo los colores del equipo FTR Yamaha y seguramente muchos, le echarán de menos en la gran carpa de este circo.
Colin ha sido amado y no tanto a lo largo de sus años en competencia, como todo buen piloto norteamericano empezó su carrera en el AMA, cuando este campeonato valía la pena ser corrido, y luego pasó al mundial de Superbikes en sus años de más gloria, allí obtuvo dos cetros mundiales, uno de ellos, en 2002, duramente disputado con el australiano Troy Bayliss hasta la última vuelta de la última carrera en uno de los finales de campeonato más emocionantes de la historia.
En 2003 Edwards se mudó a MotoGP con el equipo oficial Aprilia, 2004 le vió correr con los colores de Telefónica Movistar Honda y en 2005 pasó a ser la dupla de Valentino Rossi en el equipo Gauloisse Yamaha. Junto a Valentino permanecería los siguientes 4 años y obtendría algunos de sus mejores resultados en la categoría. 2009 marcó el paso del piloto texano al Tech 3 Yamaha y 2012 al equipo Forward Racing con el que sin embargo no logró obtener resultados destacables.
Se va uno de los pilotos más queridos del paddock, siempre frentero y directo para decir las cosas así a su equipo o a sus patrocinadores no les gustara mucho esta tendencia a la franqueza, un hombre carismático y rápido que se decidió a tomar la decisión ante su incapacidad de aprovechar el potencial de la FTR Yamaha que tiene este año entre sus manos y que como dice muy a su estilo para una entrevista de MotoGP.com «…es una moto buena que hace todo bien menos una cosa, voltear. (…) llevó 22 años desarrollando un estilo de manejo que me exige confiar en el tren delantero, esta moto va mucho más de atrás y no he podido sentir la llanta delantera, y si no la puedo sentir no puedo ir rápido…»
